“Pues si vivimos, para el Señor
vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos,
o que muramos, del Señor somos”.
Romanos 14: 8
En la vida hay uno y mil afanes que
quieren hacer de nuestra vida, una vida preocupada por las
circunstancias que nos rodean. Todos tenemos problemas, de todos los
colores y sabores, casos de casos, o problemillas que se nos agrandan
por nuestro mismo afán.
Y es que los problemas siempre, pero
siempre estarán ahí presente, mientras estemos en este mundo, pero que
lindo saber que a pesar que estamos en este mundo, NO SOMOS de este mundo, pues nuestra ciudadanía
no es terrenal, sino celestial, por lo que nuestro corazón no debería
estar en las cosas terrenales, sino en las celestiales que son eternas.
Pero tampoco vamos a negar que como
humano que somos nos preocupamos por todo, es mas hay personas que se
preocupan al extremo por cualquier cosa, hasta de cosas que no les
competen a ellos.
Si bien es cierto, todos tenemos
problemas, los cuales para algunos serán sencillo lo que para otros
serán muy difíciles, cada uno tiene su problema y lo mide según su
opinión, pero también es lindo enterarse que Dios tiene el control de TODO, si tan solo confiamos en El.
¿Qué es lo que te abate?,
¿Qué te esta quitando el sueño?, ¿Qué es lo te esta afanando a tal
punto de que estas gritándole a tus seres queridos?, ¿Qué es lo que no
te esta permitiendo deleitarte en el Señor?, ¿Qué cosa es?, ¿Es tan
grande como para robarte la paz?, ¿Es tan inmenso que Dios no lo pueda solucionar?
Ay mi hermano, nosotros mismos nos
quitamos la vida por cosas que tienen solución, es mas, hasta la muerte
tiene solución en Cristo, ya que si estas en Cristo dice la Palabra que
aunque mueras, vivirás.
Lo único que debes saber, y estar convencido de ello es que : “SOMOS PROPIEDAD DE DIOS”.
¿Qué significa esto?, significa que no me pertenezco a mi mismo, que no le pertenezco al mundo, ni a los afanes de la vida, LE PERTENEZCO AL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
Que lindo es descansar en estas
palabras, que hermoso es comprender que soy Propiedad del Dios, porque
comprender esta verdad implica descansar en El, dejar mis cargas, mis
ansiedades, todo lo que me turba bajo sus pies y decirle con toda
libertad y seguridad: “Señor yo te pertenezco, has en mi vida lo que tu quieras hacer”.
Y es que cuando tú comprendes que eres propiedad de Dios, también entiendes
que las cosas que te ocurren pasan porque Dios en su infinita soberanía
lo ha permitido y es porque El tiene un propósito para esa
circunstancia. Es difícil comprenderlo con la mente, pero es fácil
asimilarlo en la FE.
Amados hermanos, que nada te turbe, que nada te quite el sueño, que los afanes de la vida no te hagan presa de la desesperación, confía, cree y sobre todo activa tu FE, esa fe que te lleva a la total seguridad que eres PERTENENCIA DE DIOS, por lo tanto no hay de que temer, pues si Dios es contigo, ¿Quién contra ti?
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